En muchos casos se habla de la rentabilidad del sacrificio de las vacas positivas en tuberculosis, pero la realidad es otra. Una vaca de vientre se necesita tres años para que comience a producir una cría, durante estos tres años debemos mantenerla, de los cuales dos y medio es a base de pienso y forrajes en los meses que no come del campo.
El resultado positivo de una vaca de vientre de una media de ocho años en estado avanzado de gestación en meses de otoño a primeros de primavera supone una perdida bastante increíble. Una vaca que en esta época suele estar en torno a los 500 kilos en vida al sacrificarla no da un rendimiento del 45%, lo que supone una canal de 225 kilos.
Los animales para sacrificio con estas características se suelen vender a su peso canal mas sesenta céntimos por kilo de canal, es decir si pesas unos 225 kilos el valor del animal es de 439 euros, lo que es lo mismo un tercio de su precio para vida.
